30.4.10

1 comentaron que...
Pues yo siento llevarle la contraria al mundo; siento que haya quien piense que soy cabezota, y quien piense que no debería seguir luchando. No estoy de acuerdo. Quiero seguir luchando por salvarlo. Quiero seguir intentando que sienta por mí lo que se siente por una pareja. Sé que ahora ella necesita ese tiempo para plantearse su vida y su propia existencia. Eso no lo niego, y lo respeto; pero no voy a cejar en mi empeño de reconquistarla. No hasta que ella me diga que no quiere que lo haga. No hasta que ella se aclare y me diga que no siente nada por mí a parte de amistad. No hasta que ella sepa lo que quiere, y no sea yo. Voy a esforzarme más que nunca en hacerle feliz, aunque haya quien piense que es incongruente. Me da exactamente igual. La AMO. Aunque tenga defectos, y los vea; aunque tenga cosas que me gusten más o menos. Aunque haya diferencias entre nuestras formas de ser. Yo la quiero, y ella me quiere, pero necesita pensar. Pues que piense, que recapacite. Y cuando me diga que se acabó, será cuando me rinda. Hasta entonces, pienso luchar, pelear y batirme en duelo contra quien haga falta. Porque aunque SÓLO nos quede el amor, creo que es más que suficiente para intentarlo. Porque al fin y al cabo, soy una romántica empedernida, y creo que es eso, el amor, lo que mantiene al ser humano. Ni el odio, ni el rencor, ni la tristeza, ni el dolor, ni el derrotismo. Lo que me está haciendo sacar fuerzas de flaqueza es el amor que siento por ella. El amor que nos ha unido. Y el que espero que nos una, para siempre. Las almas gemelas no tienen por qué ser iguales. Gemelos son los que nacen genéticamente iguales. No creo en las almas gemelas, esas que por casualidades del destino, se unen contra todo pronóstico, porque estaban predestinadas a encontrarse. Creo en las personas como son, en sus virtudes y sus defectos, en sus formas de hacer las cosas, y en su manera de pensar. Creo en que el destino lo escribimos nosotros con nuestros actos... No hay un destino escrito para mí. Lo tengo que escribir yo. Y en ello estoy. En su momento pensé tatuarme un "Alea Jacta Est". Y por algún motivo no lo hice. Hoy sé por qué no lo hice. La suerte no está echada. No hay nada cuestión de suerte en esto. No se trata de unos dados y tener que sacar más que el otro. No es una apuesta. Es mi vida, su vida, nuestra vida la que está debatiéndose ahora. No se está jugando. No quiero jugar. Quiero ser feliz, y eso sólo depende de mí. Así que no me voy a rendir. El día que ella tome la decisión de que ha terminado, será cuando termine. No quiero irme a dormir ni un sólo día pensando en que no he hecho todo lo que estaba en mi mano para recuperarla.
Le joda a quien le joda.

28.4.10

1 comentaron que...
Sigo estando aquí. Sigo intentando ser fuerte, y no venirme abajo. Eso es todo lo que tengo que decir hoy. No tengo ganas de escribir. Hoy no.

27.4.10

3 comentaron que...
Desde hace tanto tiempo he tenido miedo al momento que ella se fuera, que me he perdido tantas cosas... tengo la sensación de haber desperdiciado tantas oportunidades de hacerle feliz... Sé que soy repetitiva, monótona y monotema, pero es que ahora no puedo dejar de pensar en los mil y un motivos que han podido llevarnos hasta esta situación.

Desde hace 2 años y medio, no he pasado un solo día sin plantearme de qué manera podía hacerla feliz, podía conseguir que sonriera y podía hacer que se sintiera la persona más especial del mundo. Desde puertas forradas de folios llenos de corazones y te quieros, a cartas en las que le decía lo importante que era conservarla en mi vida, a corazones dibujados en la pared de la cocina. Mensajes sobre la mesa para cuando ella legara de trabajar y yo ya me hubiera ido; croissants rellenos de chocolate para desayunar. Un pijama de "El Principito" que vi en el oysho y no pude evitar comprarle; petit suisse de fresa y plátano... spaghettis con espinacas!! Ensaladas en las que el maíz formaba corazones y los tomates sonrisas. Un ILU (I Love U) dibujado en la crema del café con esa manchita blanca que se queda al poner la leche. Mensajes diciendo simplemente "TE QUIERO". Y otros diciéndole que era la estrella que guiaba mis pasos en la noche y la luz que inundaba mis días. Aquel anillo de plata del que se enamoró en una feria medieval. Una camiseta de los Guns que vimos en la Fnac de Barcelona y que no se dio cuenta de que había cogido hasta que llegamos a la caja a pagar. Los "Te Amo" susurrados al oido mientras se estaba quedando dormida, y que le hacían sonreír entre sueños. Hacerle rabiar dándole un susto cuando estaba a punto de apartarme un pelo de la cara. Las fotos en las que ella pensaba que estaba mirando al objetivo y lo que estaba haciendo era mirarla a ella haciendole burla. Los "Eres preciosa" y sus contestaciones de "para ti sería preciosa aunque me pusiera una mierda en la cabeza" y mis "no, así igual no"... La manera en que la miraba mientras estaba concentrada haciendo algo, y frunce el ceño... Los "Lo siento" cuando me daba cuenta de que le había hecho daño...

Me cuesta tanto asumir, pensar y aceptar que todas esas cosas ya no valgan... que haya pesado más el que difieran nuestros gustos a la hora de salir, o en temas musicales, o que no nos guste el mismo cine, que ella prefiera las pelis de pensar y yo las de bruce willis... yo que sé... sé que hay muchísimas más cosas que todo eso, sé que hay motivos distintos a esos; que soy inconstante, tengo poca fuerza de voluntad, me cuesta controlar mis emociones, tanto las buenas como las malas, tengo tendencia a ser más irónica de lo políticamente correcto. Sé que puedo llegar a hacer mucho daño cuando quiero, y llegar a ser cruel y cínica. Sé que me cuesta arrancar y que me supone un esfuerzo casi sobrehumano las tareas de la casa... He intentando en muchísimas ocasiones cambiar algunas de esas cosas, con mayor o menor éxito. Pero lo que tengo claro es que siempre, siempre, siempre, he intentado que ella fuera feliz. Y eso ya no sirve. He de asumir la posibilidad de que no vuelva. Es más, quiero asumirla para que, si pasa, no duela más de lo estrictamente necesario. No sé si voy a ser capaz. Lo intentaré. Pero duele. Ya duele.

23.4.10

0 comentaron que...
Alguien que se está desmarcando como una muy buena amiga me pidió ayer que le busque defectos también, que no vea solamente los míos. Que busque y analice también las cosas de ella que no me gustan y me hacen daño. Y esta mañana, ante la perspectiva de pasármela entera llorando, he hecho una lista de algunas de esas cosas que no me gustan de ella.
He aquí esa lista:

1.- Temerosa: Aún hay gente que, a día de hoy, no sabe que ella y yo estamos (o estábamos) juntas, por el miedo al "qué dirán". En esto incluyo a su ex-, al que no quiere decirle nada por si "se pone tonto con lo del piso". Va.

2.- Exigente: En exceso. Es bueno exigir a los demás, y auto-exigirse. Pero cuando ella misma se exige el 1500%, y exige a los demás por igual, se decepciona. Y como se decepciona, se enfada, y se pone triste. Y piensa que es porque se ha auto-exigido poco. Y se exige más. Y se mete en un círculo vicioso del que no sabe salir (y por ende, nos mete a los demás).

3.- Testaruda: Aunque lo niegue. Cuando cree que tiene razón da exactamente igual lo que le diga nadie. Finge que te da la razón, hace como que valora la opinión que le están dando, pero sigue convencida de que lo suyo es más y mejor. Y abre las aletas de la nariz para demostrar su desagrado (lo que por lo menos, sirve de "pista").

4.- Voluble: Lo mismo está bien que está mal. Un día se te come a besos y al otro eres peor que una mierda. No te lo dice así, pero te lo hace sentir. Un día te dice lo guapa que estás y al otro no sabes ni freír un huevo. Creo que esto está relacionado con el punto 2.

5.- Diplomática: EXCESIVAMENTE. Aunque no sé si es la palabra adecuada para describirla; ella siempre quiere quedar bien con todo el mundo. Siempre quiere agradar. Y sabe decir en cada momento lo que la otra persona quiere escuchar, pero NO lo que ella piensa realmente. Y esto me lleva al siguiente punto:

6.- Dependiente: Espera que los demás sean los que tomen las decisiones. Le ATERRA equivocarse y que alguien le diga que no lo hizo bien. Necesita aprobación constante: de sus ideas, de sus actos, de sus idas y venidas... Depende de todo el mundo para que le digan si está haciendo bien o mal las cosas, en lugar de hacer lo que ella cree correcto y exponerse a un error. Los errores le dan pánico y no acepta que otros los cometamos. O por lo menos, así lo siento.

Y supongo que habrá más cosas, pero por hoy está bien, no? Y para dejar de sentirme la peor persona del mundo por estar escribiendo esto, y para dejar de sentirme la culpable, incluso, de que no se encuentre la cura para la malaria, diré que pese a todas esas cosas, pese a todo lo que pueda escribir de sus defectos, ES LA PERSONA MÁS MARAVILLOSA QUE ME HE ENCONTRADO EN EL MUNDO. QUE LA QUIERO Y QUIERO QUE VUELVA A MI LADO.

20.4.10

1 comentaron que...
Llevo mal que queden. Definitivamente. Aunque lo llevo mejor de lo que esperaba. Por un lado, me pongo tremendamente nerviosa cuando sé que van a quedar. Cuando sé que, a lo mejor, ella decide, por ése comentario o por aquél otro, que es el hombre de su vida y que a mí me pueden ir dando por el culo. Pero por otro lado, cuando después de quedar con él, me llama por teléfono, me dice que me quiere, que sigue estando conmigo... no sé qué hacer. Me monta y desmonta como quiere. Ahora mismo me siento como una marioneta, como si no fuera yo misma la que maneja los hilos de mi propia existencia. Y eso me está haciendo más daño aún. Me está haciendo darme cuenta de que me gusta controlar lo que pasa a mi alrededor. Me gusta SABER, y poder opinar, y poder decidir y poder elegir lo que hago, lo que no, lo que quiero, lo que desdeño, lo que siento y lo que no. Y ahí es donde esta vez he pinchado hueso. No soy capaz de controlar lo que siento en estos momentos. Intento que los nervios no superen la razón. Intento que el miedo no ahogue el discernimiento. Pero nunca llego a controlarlo del todo. Se me acelera el corazón, siento un nudo en el estómago que me hace sentir náuseas. Siento.......... No lo sé. No sé ni lo que siento ya cuando ella está con él.

Pero también me pregunto: ¿Y ella? ¿Qué sentirá? Sé que no está pasando uno de sus mejores momentos. Creo que, de hecho, si ella lo describiera, diría que es el peor de su vida, en cuanto a sentimentalismos hablamos. Aunque le pregunto qué siente, qué piensa... me cuesta tanto averiguar respuestas... No sé si no me las da porque sabe que me van a hacer daño, y no quiere hacerme más daño, o es que realmente no tiene respuestas que darme. Yo creo que se trata más de la segunda opción. O por lo menos, eso espero. La primera no es nada halagüeña.
Quizá sea cierto que me equivoqué pidiéndole que no le viera. Pero en aquel momento no pude evitar hacerlo. Tal vez ahora sólo queden para "cervecear". Y si ahora decide que sólo quiere ser su amiga... ¿seré capaz de confiar en ella? Yo espero que sí. Lo intentaré. Con todas mis fuerzas. Intento compararlo a cuando yo quedaba con mi ex- y ella se ponía "celoseta", porque decía que él pretendía algo más... y se fiaba de mí. Así que supongo que si, al final de todo, ella sólo quiere ser su amiga, tendré que aceptarlo... Igual que si decide que quiere algo más con él y que yo no tengo cabida en todo esto.

Joder. Cómo odio escribir en estos momentos.

14.4.10

0 comentaron que...
Pues la penúltima entrada debería de borrarla. Porque no he ganado. Ahora tengo que esperar. Esperar a que ella decida si lo que siente por ese ente es más o menos de lo que cree.
Condición que, no sé si por gilipollas o por enamorada, estoy dispuesta a asumir y aceptar. Esperaré a que ella sepa si quiere seguir conmigo o por el contrario prefiere ir a encontrarse con él.
No sé cómo lo voy a llevar. No sé si voy a ser capaz de soportar que me diga que ha quedado con él. Por lo pronto, ya han hablado por teléfono y le ha dicho que quiere quedar. También le ha dicho que mantenerse apartada de él no le ha hecho ningún bien, más bien al contrario, y que necesita aclarar su cabeza y lo que siente.
Supongo que a él le habrá salido una sonrisa de oreja a oreja, pensando en que ahora tiene la oportunidad de llevársela a su lado.
No sé en quién apoyarme en esto. No sé a quién recurrir. No sé lo que tengo que hacer. Me duele tanto todo esto que creo que estoy empezando a volverme loca. Empiezo a ver fantasmas donde no los hay. Conspiraciones a mi alrededor en las que el mundo y los planetas se aúnan para no ayudarme. No soy capaz de pensar con claridad y sólo oigo una y otra vez mi propia voz, diciéndome que aguante porque tengo que hacerlo.
Pero ¿es esto lo que realmente quiero? ¿Quiero, realmente, soportar este dolor? No, no quiero soportarlo más. Necesito que ella se aclare, que decida lo que quiere, que se dé cuenta de que, aunque dice que no lo siente, la quiero.
No estoy escribiendo nada coherente, o por lo menos así me lo parece. Quizá no es el mejor momento.
 
Copyright © Far, far away...
Blogger Theme by BloggerThemes | Theme designed by Jakothan Sponsored by Internet Entrepreneur