Despedidas...

No creo que esto sirva como Registro de Últimas Voluntades. Pero quiero que los que me leéis, que sois amigos y familia, sepáis lo que pienso. Si llegado el caso lo necesito, "legalizaré" la situación, pero leed esto atentamente porque quiero que procedáis así:

Me importa una mierda lo que hagáis con mis "posesiones". No tengo nada lo suficientemente valioso como para que nadie se ilusione porque lo herede. Podéis rifarlas, venderlas en un mercadillo o tirarlas al primer contenedor que veaís. Reciclad, por favor. Pero ni se os ocurra tener una palabra más alta que la otra entre vosotros por una de las mierdas físicas que me rodean.

En cuanto a mi persona, a mi cuerpo, no permitiré ni un poco el ensañamiento terapéutico. Volveré desde el infierno para torturaros a vosotros en caso de que lo consintáis. Si hay la más mínima posibilidad de cura, no sufráis, porque de entre todos nosotros, la primera interesada en salir viva soy yo. Pero si no la hay, si no hay ni la más remota posibilidad de que vuelva a ser la misma persona que soy ahora, no quiero que se me haga más que aliviarme el dolor. También aceptaré mimos, sonrisas, llantos, silencios y risas histéricas. Pero no quiero que nadie actúe por obligación. Cada uno es libre de hacer lo que quiera. No regresaré del averno para vengarme de nadie que no haya venido a verme, ni recomendaré a Satanás dolores inhumanos para aquél que no sepa cómo actuar en mi presencia. Es comprensible e inevitable. Pocos saben cómo comportarse ante la inexorabilidad de la muerte (si es que hay alguien que sabe cómo hacerlo).

Por favor, os pido que seáis vosotros mismos. Brindad por mí si queréis hacerlo. Salid y bebed como si no hubiera mañana, porque yo no estaré ahí para decir tan gran frase. Llorad. Contad chistes malos. Ironizad. Criticad. Haced lo que os nazca en ese momento. No quiero que nadie se lamente si realmente no lo siente. No quiero que nadie sonría si no le apetece hacerlo.

Si llegado el caso me veis con ese panorama, por favor, POR FAVOR, no permitáis que sea el dolor lo que me y OS mueva. Si tenéis que dormirme, hacedlo. Si tenéis que desenchufarme, hacedlo. Pero no permitáis que el dolor maneje nada de lo que hagáis. Pensad sólo en mí, en vosotros, en no verme sufrir y en que no sufráis más. Siempre y cuando haya alguien que sufra, claro.

El caso... Cuando llegue mi momento, porque llegará, aunque espero que sea dentro de MUCHOS años, dejad que me vaya dignamente. Dejad que me despida de vosotros (si es que aún puedo hacerlo), y despedíos de mí como si nos fuéramos a ver al día siguiente. No alarguéis ni una milésima de segundo el sufrimiento, la compasión ni la pena.

Pensad que querríais vosotros. Y actuad en consecuencia.