Día bastante anodino, la verdad.

No me gusta usar esto como un diario, pero es que tengo taaaaaaan poco que contar...

Me recomiendan por ahí que deje fluir lo que llevo dentro más a menudo. ¿Lo intento? Venga, va.

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O lo que es lo mismo... S SS SSS ¬¬

Que en mi idioma mental viene a decir: No me sale nada hoy. Por lo menos, nada interesante.

Eso a veces me preocupa. No tener nada interesante que me ronde la mente. Pensar que mi mente no es más que un recipiente para recuerdos y estupideces no me parece bien. No comprendo cómo hay gente con ESA capacidad para llevar al día un blog, con cosas de lo más entretenidas, con imaginación, con entusiasmo... A mí el entusiasmo me falla (bastante), pero es que lo de la imaginación clama al cielo...

Ya lo sospechaba, lo de la escasa imaginación, pero es que aquí se hace demasiado patente!

Aunque a veces es mejor mantenerse callado si no tienes nada que decir, así que a lo mejor debería eliminar esta entrada.

Sigo teniendo la misma duda de hace unos cuantos meses (o son ya años?) A parte de los que sé seguro que me leéis (dos, creo), alguien más se parará aquí a leer mis desvaríos? Y lo que es más relevante incluso: ¿me importa?

Lo que escribo aquí lo escribo para desahogarme, para darme una tregua yo misma y organizar mis pensamientos. Aunque hay veces que me da miedo escribir algunas cosas. Son esas cosas de más dentro, esas que no sabes seguro ni tú mismo, las que no quiero plasmar aquí. Me guardo pocas cosas, realmente. No me cuesta dejar salir mis sentimientos ni mis miedos, aunque ello conlleve que sea muy fácil hacerme daño. Pero me guardo un reducto de intimidad. Para mí misma. Para cuando me voy a la cama y no puedo dormir. Para cuando no sé qué hacer y quiero ocupar mi mente. Ese pequeño espacio de mi mente que sólo yo conozco debe seguir ahí. Creo que me ayuda a ser más yo, por decirlo de alguna forma.

En fin. Que divago otra vez, como ayer. Vamos a dejar las reflexiones por hoy. Voy a estrenar el cable de HDMI que acabo de comprar y me voy a hipnotizar con True Blood. Lo que no sé es lo que voy a hacer cuando se me acabe la temporada...