10.5.10

Y la he vuelto a cagar. Esta mañana me ha llamado diciéndome que no quería despertarse una mañana y darse cuenta de que llevaba 7 meses sin saber nada de mí. 48 horas hace que le pedí un tiempo para acostumbrarme a la nueva situación. Y después de pasar el fin de semana autoconvenciéndome de que lo mejor era mantenerme alejada de ella, después de repetir una y otra vez que cuando quisiera venir a casa a recoger sus cosas me iría para no verla y no tener malos rollos ni malas sensaciones, esta tarde ha venido y me he quedado. Y el resultado ha sido una bronca bochornosa en la que al final he acabado perdiendo los papeles y repitiendo el mismo error de siempre: hacer las cosas sin pensar y sin valorar las consecuencias.
Ha venido, hemos hablado, hemos medio discutido por un tema repetitivo que me resulta ya cansino: el hecho de que mi ex- y yo nos hablemos. Le he dicho que me da la sensación de que saca el tema para picarme, y ella me ha dicho que simplemente piensa que él es mala persona. Yo no lo creo así. También ha comentado, así entre dientes y con la boca pequeña, que a ver cuánto tarda ahora él en dejar a su actual novia... Y otra vez a vueltas con lo mismo: que sólo es su opinión y que la tengo que respetar, pero que él se ha portado muy mal con ella y que no quiere saber nada de él. Cuando dice que se ha portado mal supongo que se refiere a que él, en un momento dado, vino y me contó que me estaba poniendo los cuernos. Supongo que se ha portado mal con ella porque la descubrió y, en lugar de guardar silencio hacia esa mentira que ambos me negaban, valoró mi amistad con él, esa que hemos tenido antes, durante y después de ser pareja, y no le salió de las narices ver cómo me estaban toreando. Supongo que es a eso a lo que se refiere. No me vale lo de que han habido muchas más cosas. Hazme una lista, enuméralas, pero no dejes en "cosas" todo lo que tienes dentro. Me dice que es que durante mi relación con ella, él siempre estuvo por encima. O por lo menos ella tiene esa sensación. Nos peleamos infinidad de veces por eso; ella no quería que quedara con él, porque no era santo de su devoción, y le molestaba el simple hecho de que al vernos nos diéramos un abrazo, porque luego olía a su colonia. Compartí mi vida con él durante 6 años como pareja, y después hemos seguido siendo amigos. Le daba un abrazo porque es una de esas pocas personas a las que les doy un abrazo cuando les veo. No todo el mundo sabe dar abrazos fuertes, de esos que sin decírtelo te están diciendo que te quieren y que están a tu lado. Y él sabe darlos, y a parte de todo, a mí me sale de los huevos dárselo cuando le veo.
Pues bien, después de todo esto, después de esa mini-discusión en la que hemos retomado las riendas de la civilización y hemos seguido hablando, la he acompañado a la puerta; me ha dicho un "ya me llamarás, si quieres", sin mal tono, simplemente dándome a entender que respetaba la decisión de que estuviéramos un tiempo sin vernos y sin contacto. Le he dicho que en un tiempo no la llamaría, no porque no tuviera ganas de hacerlo, sino porque me había hecho el firme propósito de ello. Me ha dicho que no le parecía una reacción "lógica", creo que han sido sus palabras. Y mientras le estaba diciendo que volviéramos al salón y me explicara el por qué no lo veía lógico, ha pasado lo que no quería que pasara. Le ha sonado un mensaje en el móvil. El móvil al que sólo le llamo (o llamaba) yo. Y ÉL. He abierto la puerta y le he soltado un "mira, mejor no me lo expliques, lárgate, con él o a tu puta casa, pero vete de aquí". Tal cual he terminado la frase me he arrepentido, he cerrado la puerta y no la he dejado salir. Ella se ha puesto a llorar diciéndome que la estaba echando. La he "obligado" a dejar bolso y mochila, la he llevado al comedor y le he pedido disculpas. He vuelto a verme obligada a dar explicaciones sobre mis sentimientos: "No quiero echarte, porque de haber querido apartarte de mí te hubiera echado hace una semana, pero entiende que a mí me duele y no es sano para mí saber que, después de estar aquí, te vas con él a hacer lo que te venga en gana, porque para eso ya no estamos juntas. Ahora puedes hacer lo que quieras; pero no quiero saberlo. No necesito saberlo. Entiende que no es fácil quedarme aquí, sola, mientras sé que tú te vas corriendo a contarle a tu nuevo "amigo" lo mal que te hace sentir quedar conmigo, para que él te abrace y te haga mimitos. Entiendo que no soy capaz de ponerme en tu situación, y que sólo tú sabrás cómo lo estás pasando... pero realmente me quedan serias dudas de si lo estás pasando realmente tan mal, porque mientras yo me quedo aquí jodida tú estás haciendo tu marcha y sintiéndote querida por él. No quiero que esto pase entre nosotras. Yo tampoco quiero perderte". Se ha calmado, nos hemos fumado un cigarro, y al final se ha marchado, reprochándome que esa es una de las cosas que no soporta de mí, mis "arrebatos". Que hago las cosas sin pensar y luego pido disculpas. Pues sí, mira, esta vez ha sido así. Y tiene razón. Lo de mandarla a su puta casa sobraba.
Pero es que empiezo a pensar que, mientras ella trata de ponerme a mi ex- de perverso y pérfido, el otro es un pedazo de cabrón. Porque me juego la mano derecha a que ella le había dicho que iba a estar aquí, conmigo. Y el tío ha tenido los santos cojones de mandarle un mensaje, sabiendo que yo me voy a enterar, y que me va a doler, y que me va a hacer sentir como una pedazo de mierda. Y que me voy a enfadar, y que probablemente llore... ¿Realmente se cree que soy idiota? Quizá simplemente el idiota sea él...
No sé qué pensar ya. Estoy cansada de esta situación. Necesito algún tipo de estabilidad emocional. Con o sin ella. Empieza a darme igual, y me da más miedo que otra cosa. ¿Tan poco la echo de menos ya? No, no es eso. Sigo echándole de menos muchísimo; cuando se acerca la hora de que ella salga de trabajar miro instintivamente el reloj, y más de un día, al ver que eran las 8 de la tarde y no me había llamado para decirme si había salido del trabajo, he tenido que rebobinar y recordar que es que ya no lo va a hacer. No es que la eche poco de menos. Es que ha llegado un punto en que tengo los sentimientos aturullados, y darle vueltas una y otra vez a la situación lo único que me sirve es para mosquearme. Y en ese punto estoy. Enfadada como una mona, yo sola, una vez más. Por cómo he reaccionado ante el simple sonido de un puñetero sms.
A veces me pregunto cuántas veces hay que repetir el mismo fallo para conseguir evitarlo. Porque yo debo de llevar como 2 trillones de veces el mismo: PIENSA, COÑO. Antes de hablar, antes de hacer las cosas. PIENSA. Evita el tener que pedir disculpas, narices. Pues no, ahí, erre que erre, otra vez contra la misma piedra.
Resumiendo: 1. Tengo que aprender a controlar mis emociones. No por ella. Por mí, porque algún día me partirán la cara. 2. Tengo que aprender a no mirar el reloj cuando llegan las 8 de la tarde. 3. Tengo que hacer MI VIDA. Igual que ella ahora hace la suya. Y a lo mejor un día la llamo y le digo: mira, que me apetece quedar, tomarme un café y presentarte a mi pareja. O a lo mejor no. Pero tengo que salir de este círculo/espiral/bucle sentimental, porque a mí me va a destrozar la cabeza.

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